#walcotips El ruido afecta a las personas de múltiples
formas, pero únicamente los efectos auditivos y la molestia parecen ser
asumidos realmente, lo que desincentiva las actuaciones por parte de las
autoridades y gestores de actividades ruidosas
Cabe destacar diferencias entre lo que es ruido y
sonido. Si el ruido está sujeto a una adecuada armonía, resulta agradable al
oído. No así el ruido, que es desagradable, desordenado, asimétrico y caótico;
este produce la vibración de las moléculas de paredes y ventanas de las
viviendas, así como de las moléculas del aire, del agua y del suelo. De ahí que
sea importante el control del ruido para la salud humana.
Las leyes y
reglamentos referentes al control del ruido son mucho más rigorosos en los
países desarrollados. Sus habitantes han aprendido a evitar el ruido porque
saben que éste les produciría estrés y trastornos en su salud física y mental,
lo que afectaría su calidad de vida. Por eso, en esos países no admiten el
ruido provocado por motores, pitos o altavoces de vehículos; ni alto volumen en
equipos de sonido; porque saben respetar la tranquilidad y el descanso de las
demás personas. Incluso los propietarios de discotecas deben instalar ventanas
sonoamortiguadas de doble o triple vidrio en sus locales, para obtener un
permiso de funcionamiento. De ahí que los países industrializados registren
menores niveles de ruido que los que están en vías de desarrollo, porque
aplican varias normas de control: además de regirse por una adecuada
planificación urbana, utilizan protectores de oído, instalan ventanas
sonoamortiguadas, cumplen un estricto control para evitar vehículos bulliciosos,
entre otras medidas
El ruido,
paradójicamente, es un asesino sigiloso. Sus efectos se notan a largo plazo, y
con él no tenemos conciencia de tragar algo tóxico como nos pasa con la
contaminación atmosférica. Por esta razón, un problema tan preocupante de salud
pública tiende a ser tratado como algo sin importancia.
Ordenadas de
menor a mayor dificultad, ahí van las principales medidas que puedes tomar
contra el ruido. Ponerlas en práctica garantiza una reducción de tu producción
de ruido entre un 60 y un 80%. Como consecuencia, tu estado de salud mejorará y
tus vecinos y coetáneos vivirán mejor.
1. No es
probable que seas una fuente de ruidos molestos para tus vecinos, pero por si
acaso examina el volumen de sonido al que regulas el televisor y otros
aparatos. La regla infalible a este respecto es “ponte en su lugar”, así
evitarás usar una taladradora o ponerte a trasladar muebles pesados de sitio a
las cuatro de la madrugada. Si vas a realizar una actividad verdaderamente
ruidosa, como una reforma de la casa, avisa previamente a los vecinos.
2. Si usas el
coche para moverte, te conviertes en una potente fuente de ruido móvil. También
aquí hay solución. La principal es reducir la velocidad, a 30 km/h o lo que
permita la ordenanza municipal y el tráfico que te rodea. La segunda medida más
importante para reducir el ruido de tu coche es practicar la conducción
relajada, sin frenazos ni acelerones bruscos. La tercera es simplemente ser una
persona educada, no usar el claxon sin venir a cuento ni dejar una estela de
música a todo trapo a tu paso.
3. Muévete
sin hacer ningún ruido. Lo mejor es usar un vehículo más silencioso, como un
coche eléctrico, o completamente silencioso, como la bicicleta. O caminar, si no
se usan chancletas o tacones.
4. Compra
silencio. Muchos electrodomésticos, como lavadoras, frigoríficos o aparatos de
aire acondicionado, indican la cantidad de ruido que producen en su etiqueta.
Elige siempre los que indiquen un nivel más bajo de decibelios (marcados dB en
la etiqueta). Si vas a comprar neumáticos, fíjate en el nivel de ruido que
indica su etiqueta.
5. Mejora el
aislamiento acústico de tu casa. Reducirá tanto el ruido procedente de tu casa
de cara a los vecinos como el ruido exterior que te pueda afectar. Puedes hacer
muchas cosas, desde plantar algunos arbustos frondosos en el balcón hasta
colocar paneles especiales absorbentes del ruido. Consulta con un profesional
en la materia.
6. Ten
cuidado con el aire acondicionado. Si vas a instalarlo, no coloques el
compresor en el patio de vecinos. Súbelo al tejado o a la azotea. Y procura no
tenerlo todo el tiempo encendido, a máxima potencia.
7. Protesta
contra el ruido ajeno, contribuye a bajar el nivel general. Muchas personas
particulares o actividades empresariales (como fábricas y bares) no saben que
son muy ruidosas, porque nadie se lo ha dicho. En la mayoría de los casos, el
exceso de ruido se puede resolver amistosamente.
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