#walcotips La seguridad en
el hogar es un asunto especialmente sensible y delicado de tratar,
principalmente por ser el más sensible de todos los espacios vitales del ser
humano. Sea del tipo que sea, en un hogar se fraguan los vínculos más íntimos y
personales, contiene a quien más amamos y lo que más deseamos proteger
En primer lugar y
sin ningún género de dudas, lo más importante a proteger en un hogar son las
personas que residen en él y las que lo frecuentan. Garantizar su integridad
física frente a amenazas exteriores (como posibles intrusiones o actos de
vandalismo), y de posibles accidentes y manipulaciones indebidas de componentes
peligrosos, así como su integridad moral (principalmente, tomar las medidas necesarias
para crear un ambiente seguro y ausente de miedos) deben ser prioridades
absolutas.
Además de contar
con cierres de seguridad en los accesos a la vivienda (siempre recomendable),
antes de abandonar el hogar debemos asegurarnos de cerrar bien puertas y
ventanas. Algo básico que no siempre se tiene en cuenta, especialmente en
verano (ventanas y balcones abiertos) o durante salidas ocasionales y
momentáneas (cerrar las puertas sin pasar la llave, dejar accesos
desprotegidos…). No se debe menospreciar en ningún caso la oportunidad que
representa, para el posible asaltante, el abandono del hogar, aunque solo sea
por unos minutos. Además, una salida momentánea de la vivienda, incluso siendo
casual o puntual, puede complicarse por un sinfín de motivos y retrasar nuestro
regreso, incrementando la vulnerabilidad de un hogar mal protegido.
Durante ausencias
breves, es recomendable dejar persianas abiertas (con las ventanas debidamente
cerradas, por supuesto), luces e incluso electrodomésticos encendidos (como el
televisor), que den la sensación de que la vivienda se halla ocupada.
Aliente a su
familia a conocer las medidas preventivas, comparta estas recomendaciones con
su familia y amigos
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