#walcotips Has tenido un día lleno de ansiedad, de
obligaciones. Seguro que has ido con prisas, que has discutido con alguien, que
las cosas no han salido como pensabas… No pasa nada. El mundo no se va a
terminar. Lo mejor que puedes hacer es disponer cada día de tu propio instante
de soledad, de tu refugio personal, de tu “palacio personal”
Meditar ayuda afrontar el stress cotidiano producido por el
trabajo, los problemas familiares y las afecciones corporales. Los métodos son
sencillos, fomentados por sonidos musicales, tonos o sonidos ambientes. La
constancia en la práctica y la voluntad generan efectos cada vez más notorios,
logrando que cada meditación requiera menos esfuerzo.
Técnicas de meditación:
Crea un ambiente relajante. Apaga cualquier fuente de ruido
como el teléfono o la televisión. Si quieres puedes poner música suave. Toma
asiento en posición cómoda, que te permita respirar bien, con la espalda recta.
No es recomendable acostarte porque puedes dormirte.
Piensa en cada músculo de tu cuerpo y relájalo, de a poco,
sin prisa. Empieza por la punta de los pies, subiendo lentamente hasta llegar a
tu cabeza. Los ojos deben estar cerrados o entrecerrados. En caso de dejarlos
abiertos, mira algo que te transmita tranquilidad.
Elige un foco de atención para meditar: lo ideal es enfocarte
en tu respiración. Presta atención a cómo entra y sale el aire de tus pulmones.
Cuando vengan pensamientos a tu mente, haz el esfuerzo a concentrarte
nuevamente en la respiración.
La idea no es quedar en blanco sino aquietar la mente,
disminuyendo la cantidad de pensamientos, y hacer que se produzcan cada vez
menos durante la meditación.
Luego de un rato en silencio, atiende mentalmente a palabras
que te agraden y vayan contigo; pueden ser palabras que evoquen imágenes,
sonidos o sentimientos. Repetí esas palabras de forma que te animen a lograr lo
que deseas. A su vez visualiza un lugar tranquilo, real o imaginario.
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