Al hablar de alimentación saludable nos referimos a ingerir
aquellos alimentos que nos aporten los nutrientes necesarios para el buen
funcionamiento del organismo, y también, aquellos que nos ayudan a sentirnos
bien. Una buena base para empezar a comer bien es conocer lo que dice la nueva
pirámide alimenticia.
Existe un dicho que dice: “eres lo que comes” y es muy
cierto. La comida que ingieres influye directamente en tu sistema inmunitario,
en tu estado de ánimo, en tu cantidad de energía y, cómo no, en tu físico
también. Así que comer sano no solo es cuestión de moda, es también de salud.
La buena alimentación mejora la salud. Muchas personas piensan
que alimentarse es solo una necesidad de supervivencia, y que da igual lo que
comamos porque lo que importa es saciar el hambre; pero no es así, hay que
saber comer y hacerlo de forma balanceada para poder mantener una buena salud
tanto en tu día a día, como en el futuro.
Desayuno,
el rey de las comidas
Para tener una alimentación saludable, debes saber que los
desayunos son una parte fundamental de tu día, y que no debes pasarlos por
alto, ya que nos aportan la mayor cantidad de energía que consumiremos desde
que nos despertamos hasta que nos dormimos. Así que desayunar bien es un hábito
que debemos poner en práctica.
Variar la
comida es la clave del éxito
Todos sabemos que los nutrientes que el cuerpo necesita se
obtienen de los alimentos que ingerimos. Es clave hacer combinaciones de
comidas de una manera balanceada, para que nos aporten todo lo necesario:
nutrientes, energías y minerales, etc.
Mantener
una alimentación sana para controlar la balanza
Es importante que, si lo que quieres es bajar unos kilos, no
hagas dietas milagrosas, o dejes de comer, por que así como bajas de peso,
sueles volver a subirlo; es el llamado efecto rebote. Aprendiendo a comer sano
irás bajando de peso poco a poco y tu cuerpo irá acostumbrándose a ello, siendo
más difícil que vuelvas a ganar esos kilitos de más.
Por último, algunos consejos que puedes tener en cuenta para
comer saludablemente son:
1.- Come menos cantidad y más frecuente, puedes distribuir tus
comidas en 3 comidas fuertes o principales y 2 meriendas.
2.- Modera el tamaño de las porciones que consumes, puedes comer
casi de todo, siempre y cuando lo hagas con moderación.
3.- Existen siete grupos de alimentos: lácteos, carnes, legumbres
y frutos secos, verduras y hortalizas, frutas, cereales y azúcares, y por
último, aceites y grasas. Procura balancearlos y combinarlos de manera que
estés consumiendo al menos uno de cada grupo.
4.- Consume mayor cantidad de frutas y vegetales que de carnes.
Verás que haciendo simple cambios en tu alimentación, te
sentirás mucho mejor, con más energía, y sobre todo, mantendrás las
enfermedades alejadas de ti.
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