#walcotips Los sistemas de extinción
por espuma son uno de los sistemas más eficaces para la extinción de incendios que
han sido provocados e involucran líquidos inflamables y combustibles (clase B).
Pese a no ser muy habitual, es posible también su uso para incendios generados en
otro tipo de materiales como sólidos o líquidos
¿En qué consisten? Este tipo de
sistemas de extinción se basa en la realización de una mezcla de agua, agente
espumógeno y aire que generan la espuma que se descargará sobre el riesgo
(efecto similar a la expansión que se genera en la mezcla de jabón y agua). En función de la expansión de la
concentración de espumógeno pueden distinguirse tres tipos de espuma: baja,
media y alta expansión.
¿Cómo se diseñan? Para el diseño de
estos sistemas cabe destacar los estándares NFPA 11, NFPA30; las instrucciones
MIE APQ y normativa EN 13565-2:2009. Para el correcto funcionamiento del
sistema de extinción es básico un correcto diseño.
¿Cuándo se emplean? Los sistemas de
extinción por espuma física se emplean sobre todo para la extinción de
incendios en riesgos con líquidos o sólidos inflamables y combustibles. Las
espumas de baja expansión son de naturaleza más bien líquida que se emplean
para cubrir superficies bidimensionales ya que la expansión es reducida; en
cambio, las espumas de media y alta expansión están diseñadas para cubrir un
volumen tridimensional como por ejemplo depósitos, cubetos, inundación de
almacenes de líquidos inflamables, etc.
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