El CO2 como agente extintor tiene algunas ventajas
relacionadas con sus propias propiedades:
1.- Es un gas no combustible.
2.- Es un gas no conductor de la corriente eléctrica.
3.- Es un gas que puede comprimirse facilitando su
almacenamiento.
Se aplica a fuegos de la clase B y fuegos de instalaciones
técnicas. Como observamos en la tabla anterior, es ideal para la extinción de
fuegos donde esté presente gasoil, gasolina, pinturas, como gasolineras,
depósitos de gasoil para calefacción, cabinas de pintura, etc.
Recomendable
para protección de máquinas, transformadoras, laboratorios, equipos electrónicos,
garajes, etc.
El hecho de no conducir la corriente eléctrica hace que sea
útil en fuegos de origen eléctrico por lo que suele colocarse en lugares donde
este riesgo es alto: cuadros eléctricos, cuartos de servidores.
No todo son ventajas en el uso de este tipo de extintor, también
presenta alguna desventaja:
Al ser un agente sofocante desplaza el oxígeno de los lugares
en lo que se emplea, pudiendo dar lugar a asfixias.
Se trata de un gas tóxico pudiendo ocasionar intoxicaciones.
Nunca debe utilizarse un extintor sobre una persona.
Lo importante a la hora de elegir el tipo de extintor más
adecuado es saber la naturaleza del fuego que podría darse y la eficacia del
propio extintor.
Finalizo recordando que es imprescindible llevar a cabo las revisiones
periódicas de cualquier tipo de extintor, sin ellas no tenemos las garantías
necesarias de su utilidad en caso necesario.
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